
Júlia Clapés y Laura Martos
Museo erótico, un ejemplo más de machismo
Nos encontramos en pleno centro de Barcelona, en Les Rambles, uno de los sitios más transitados de la ciudad. Se trata de una calle con muchos visitantes, que vienen atraídos por la variedad de establecimientos del emblemático paseo: restaurantes, tiendas, hoteles y, además, el Museo Erótico de Barcelona.
Este museo cuenta con 800 piezas, que conforman su colección permanente, distribuidas en 13 salas, a través de las cuales se hace un recorrido por historia y cultura del erotismo en el hombre des de inicio de los tiempos.
El día 17 de abril visitamos este museo. A las doce y media nos encontrábamos delante del museo, un edificio fácil de identificación por los carteles en las ventanas y, sobretodo, por el maniquí en forma de mujer, imitando a Marilyn Monroe, situada en uno de los balcones que dan a Les Rambles.

Laura Martos. Balcón exterior del museo.
A la entrada del museo había un grupo de jóvenes extranjeros a punto de visitar la exposición. El museo se encuentra en un segundo piso, hay que subir unas escaleras decoradas con imágenes de representaciones sexuales de diferentes culturas, acompañadas de una frase sobre el sexo, cultura o educación sexual de personajes famosos.
Después de una visita de quince minutos en la tienda, iniciamos el recorrido. En la misma entrada, una nueva Marilyn Monroe da la bienvenida a la exposición, situada detrás de una cortina roja que le daba misterio a la entrada. Las diferentes salas mostraban diferentes objetos con explicaciones organizados según temática.
Además, con la entrada, tienes una guía audiovisual que te explica con más detalle las diferentes partes del museo. La primera sala, iluminada con una luz muy tenue y con una suave música de cabaret de fondo, que te pone en sintonía con el erotismo que desprenden las diferentes habitaciones, está dedicada a la explicación de la sexualidad de las civilizaciones antiguas. En la segunda sala se encuentra el mismo contenido, pero referido a la cultura oriental.
El recorrido sigue por una sala dedicada al Kama Sutra. En esta sala, de luz igualmente baja, encontramos diferentes imágenes y explicaciones que nos cuentan sobre la historia y contenido del famoso libro. Al ser una luz baja da la sensación de una significado oculto y a la vez curioso. Entrando por la cuarta se expone todo tipo de objetos relacionados con el sadomasoquismo y otros fetichismos sexuales, cada objeto de estos acompañado con breves explicaciones que te incitan a pensar. En esta última, encontramos que la mayoría de objetos o complementos están más enfocados a los hombres que a las mujeres, y pensados para ser usados en el sexo entre un hombre y una mujer de manera que el hombre sea el que domine a la mujer, sensación de clara dominación masculina.
Después de pasear por las siguientes salas, e incluso un jardín erótico, que transmite calma y serenidad a la vez que curiosidad por las siguientes sals, durante casi una hora, llegamos a las salas 11 y 12, que muestran respectivamente algunos de los récords sexuales mundiales más importantes, y diferentes casos de escándalos sexuales mediáticos de las últimas décadas.
"La mujer parece formar parte del repertorio de objetos sexuales que se pueden visitar a lo largo del museo."
Justo antes de entrar en la exposición, nos encontramos con la tienda del museo en la que se venden juguetes y demás complementos sexuales. Gran parte de los productos son ropa interior femenina, mientras que, en cambio, no hay ninguna pieza de ropa para hombre. La tienda es una primera impresión de que, en ese espacio, la mujer parece formar parte, en cierta forma, del repertorio de objetos sexuales que se pueden visitar en las siguientes salas.
"Los objetos están enfocados más para los hombres que para las mujeres, y siempre durante las relaciones heterosexuales."
En la quinta sala encontramos representaciones de la cultura erótica europea, una sala que capta la atención por la gran variedadd de piezas de diferentes estilos y temáticas, y que nos muestran un recorrido fascinante por el mundo erotico a Europa.Y en la sexta un conjunto de audiovisuales con escenas de algunas de las películas pornográficas españolas más importantes. Nuevamente, en estas escenas siempre aparece la mujer como el personaje atractivo y seductor, mientras que el hombre tiene un papel más pasivo.

Júlia Clapés. Entrada del Museo Erótico.
En la penúltima sala, que se encuentra repleta de maniquíes, encontramos las explicaciones y muchos ejemplos de la aparición y evolución de los corsés, que son una de las piezas míticas de la lencería para mujeres. Está sala da paso a la última, dedicada a la historia de los vibradores, este contenido se relaciona también con la histeria femenina.
Después de pasear durante prácticamente dos horas por el museo, nos damos cuenta que des de los inicios del erotismo el hombre es el protagonista y la mujer, en muchas ocasiones, es otro de los muchos accesorios para la expresión sexual. Y, al llegar a la tienda, nos encontramos que este enfoque del sexo des del punto de vista del hombre sigue muy presente en la sociedad actual.
Sin embargo, cada vez se explora y explica de forma más significativa, y gracias a la educación sexual podremos conseguir en el futuro una sociedad más libre e igualitaria sexualmente.